POLÍTICAVisto 1429 veces — 18 abril 2012

Las perturbaciones asociadas a los malos olores, se ha convertido en un problema recurrente en diferentes sectores del país por no estar regulado en ninguna ley como contaminación molesta

Tanto la planta de tratamiento de aguas servidas en Calama o la planta de residuos orgánicos en Pelequén tienen hastiados y cansados a los habitantes que viven en sus alrededores. Y es que plantas faenadoras de animales, refinerías, vertederos o fábricas de harinas de pescado perturban la calidad de vida de muchas familias chilenas. “Si pretendemos tener una legislación moderna, es indispensable legislar sobre esta materia dijo el diputado Marcos Espinosa, autor de un proyecto de ley que tipifica los delitos por contaminación olfativa.

La iniciativa plantea que los “malos olores”  se entenderán como aquellos que afectan y/o molestan al diario vivir de un grupo de personas, ya sea efectos fisiológicos sobre la salud o consecuencias patrimoniales como el daño que incide en la plusvalía de la propiedad donde reside la familia contaminada.

El diputado Marcos Espinosa pidió darle urgencia a la discusión de este proyecto de ley ya que “las perturbaciones asociadas a los malos olores son tremendas, se ha convertido en un problema recurrente en diferentes sectores del país y lo que ocurre es que al no estar regulado en ninguna ley como contaminación molesta, los criterios son bastante discrecionales a la hora de enfrentar o intervenir en este tipo de situaciones”.

Desde el 2004 existe una norma en Europa que regula la concentración de olor, cuyas unidades creadas para definirla es  similar a los decibelios. Se trata de una unidad ficticia que se calcula a partir del número de veces que hay que diluir un gas para que pueda ser detectado por el 50% de un grupo de personas adecuadamente entrenadas para ello (panel de expertos). La concentración es expresada en unidades de olor por metro cúbico (ou/m3) y se encuentra claramente definido cuál es el rango permitido para cada una de las actividades emisoras.

“En la mayoría de los países del mundo ya existe una norma que sanciona la contaminación olfativa, menos en Chile. A la luz de los casos que conocemos en Calama, Pelequén, Talcahuano el proyecto de ley presentado hace un par de años es fundamental porque en este se tipifica la infracción y se delimitan las infracciones dependiendo de la falta” señaló Espinosa.

El parlamentario representante de la región de Antofagasta anunció que el proyecto de ley iniciará su discusión en la Comisión de Medio Ambiente este miércoles, sin embargo, “se requiere que la moción cuente con el patrocinio del Ejecutivo para que éste pueda aplicarle la urgencia correspondiente y así contar con una ley en la materia lo antes posible”.

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