Taller de fotografía reuniò a jóvenes de 5 paìses, para reflexionar y retratar sus historias de vida en las tomas, desde su mirada como migrantes.

Una mirada a la migración, desde el duelo que se origina al partir y la necesidad de reivindicaciòn de cada migrante, es la propuesta de “Duelo Migratorio” Taller de Fotografìa Intercultural a cargo del artista visual y profesor Cristian Ochoa. Financiado por el Injuv, a través del “Fondo Participa”, el proyecto tuvo lugar recientemente en el Campamento El Bosque de Antofagasta y forma parte de la Semana de Arte Contemporàneo SACO 5.

Esta iniciativa reunió a jóvenes de 15 a 29 años, provenientes de Perù, Bolivia, Ecuador y Colombia, màs nativos de Chile, todos residentes de cuatro campamentos del sector Los Arenales y con vivencias en común, en torno a la migración como la necesidad de empoderamiento del territorio que habitan y la de reflexión y análisis de su historia migratoria.

“Precisamente, esa transformación del territorio, de darle vida y hacer comunidad en un terreno no solo no habitable, si no lleno de escombros y mal mirado, ha sido un punto donde hemos hecho una parada para reflexionar. Somos una ciudad llena de cosas, pero donde las expresiones de cultura en las zonas periféricas, son un bien escaso”, precisa Ochoa, migrante interno con su familia viviendo hace años, en Lima, Perù.

“Duelo Migratorio”

El taller consistió en 8 clases donde los alumnos conocieron y experimentaron técnicas, como la fotografía estenopeica, usando tarros de café para simular cámaras con las que hicieron tomas de su territorio. Tambièn trabajaron la fotografía digital, a través de sus celulares para registrar su cìrculo más ìntimo. Por último, la fotografía de “álbum familiar”, que les permitió buscar en sus archivos personales las imàgenes de aquellos familiares y amigos, que quedaron en sus tierras de origen.

De este proceso reflexivo y de creación conjunta, surge una intervención fotográfica realizada en la Cancha Campamento Chilenos Villa El Sol, “un viaje al interior en las vidas de todos los participantes, jóvenes que -en su mayoría- no cuestionan ser migrantes, ya que es parte de su historia familiar. Tampoco se cuestionan vivir en un territorio mal visto por la sociedad y que también es poco querido por sus habitantes”, advirtió Ochoa.

Esta exposición -en un escenario tan cotidiano y natural para sus protagonistas-, pudo ser apreciada por los vecinos del sector, quienes disfrutaron con nostalgia, no solo de fotografías si no de documentos de viaje, dibujos, frases, dedicatorias de parientes para sus familiares lejanos, conversaciones de WatsApp, y Facebook, entre otros.